Plaza de San Agustín

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Plaza Agustinas

PLAZA DE SAN AGUSTÍN


Situada en el centro de la población, prácticamente en las faldas del Castillo, junto con este y la Plaza de Santa María, son los puntos de referencia principal del conjunto histórico artístico de la ciudad.

EL CONVENTO DE LAS MONJAS AGUSTINAS

Es la pieza principal de la Plaza, los edificios que la rodean, casas-palacio de los Enríquez de Navarra y del Marqués de Montortal y Casa de Cultura, actúan como un coro armonioso.

En el año 1563 se fundó el primer instituto religioso en la ciudad, el de los Frailes Franciscanos, numerosas personas en años posteriores, intentaron prestar apoyo para fundar un convento de monjas.

A principios del año 1607, se construyó el edificio para albergar el convento junto a las «casas principales de sus fundadores», pero no fue hasta el 6 de enero de 1609 cuando tomaron posesión del convento las monjas agustinas, siendo la primera priora Francisca Picanamia, que dos semanas mas tarde abandonó su cargo asumiéndolo Mariana de San Simeón.

Las Monjas Agustinas durante años se han dedicado sobre todo a labores de costura, era típico que cuando las novias casaderas tenían preparado su ajuar lo llevasen a las monjas para almidonarlo y plancharlo para que estuviera listo para la boda, actividad que hoy en día prácticamente ya no realizan.

También son las encargadas de cambiar la vestimenta de la Virgen de Belén, Patrona de Almansa, cada vez que lo precisa, en romerías y fiestas.

Arquitectónicamente el conjunto está formado por Iglesia Conventual y Clausura, donde se ubican las dependencias de las Monjas Agustinas.

Exteriormente el interés reside en la portada principal de la iglesia, con una fachada barroca del, valenciano Juan Fauquet, de 1704.

El cuerpo inferior consta de una puerta adintelada con una gran ménsula vegetal. A ambos lados se sitúan dos columnas salomónicas sobre basa con capitel compuesto corintio y cuadrado con ménsula que soporta una cornisa.

El cuerpo superior, que descansa sobre la cornisa, está formado por un grupo escultórico labrado en piedra, a modo de retablo con temática eucarística, enmarcado entre pilastras, estando todo coronado por un frontón partido.

El interior del Templo consta de una sola nave con capillas laterales y coro alto. Dicha nave está cubierta con bóveda de cañón con lunetos y las capillas laterales con bóvedas de aristas, a las que se acede a través un arco de medio punto flanqueado por pilastras con capiteles compuestos que soportan un entablamento decorado con ovas.

El crucero se cubre con cúpula sobre pechinas, en las que se desarrollan interesantes pinturas al fresco con el tema de los cuatro evangelistas.

La decoración es austera y está dedicada a su Patrona: la Virgen de la Consolación.

En la clausura se conserva el busto de una Dolorosa y un niño Jesús de 1801, de tamaño natural, atribuido a Roque López (discípulo de Salzillo).

LA CASA DE CULTURA

Es una construcción del siglo XVI, cuyo uso original fue el de ser pósito para almacenar grano y, a partir del siglo XVII, pasó a ser la sede del ayuntamiento.

A lo largo del siglo XX cumplió sucesivamente las funciones de cárcel y escuela, para ser desocupado hasta su restauración en los años ochenta.

Se trata de un edificio de grandes proporciones, con dos plantas. La fachada lateral presenta una distribución rítmica de huecos.

La fachada principal consta de dos partes diferenciadas: una corresponde al palacio del siglo XVII con fachada simétricamente dispuesta en tres huecos, ventanas en planta baja y balcones en la alta, todos ellos rítmicamente moldurados. Aparecen dos escudos de la ciudad de antes de 1707.

La portada, de traza simple, y en piedra remata su entablamento con dos pináculos. El otro edificio, más moderno, tiene también tres huecos, los superiores con tímpanos.

El interior, totalmente moderno, conserva la estructura compositiva en torno a un patio y alberga la biblioteca, emisora municipal, el resto son aulas de aprovechamiento cultural.

LA CASA DE LOS ENRÍQUEZ DE NAVARRA

La CASA DE LOS ENRÍQUEZ DE NAVARRA es un palacio civil, construido en el siglo XVII, de propiedad privada perteciente a dicha familia. Los Enríquez de Navarra, caballeros de Santiago y Montesa, ostentan el título de Alcaides perpetuos del Castillo de Almansa desde 1624.

Al interior se accede a través de un zaguán, el edificio se distribuye en dos plantas. La fachada, de sillería, es de gran sobriedad, con tres huecos y los laterales con rejas, quizá los mejores ejemplos de la época en Almansa.

La portada barroca poseía 6 escudos que hoy no se conservan, en el cuerpo bajo aparece la puerta adintelada con pilastras y dintel acasetonado. El segundo cuerpo es un balcón volado con barandilla de forja y hueco con moldura en acodo.

El palacio tiene especial interés por los fondos históricos que guarda, a destacar la sala en que se firmó la capitulación de la Batalla de Almansa, librada en 1707, donde estuvieron alojados Su Alteza Real el Duque de Orleans y el Mariscal Duque de Berwick.

LA CASA DE LOS MARQUESES DE MONTORTAL

Es otro palacio civil de propiedad privada, de finales del siglo XVII, perteneciente al Marqués de Montortal.

Se trata de un edificio de importantes dimensiones, desarrollado en torno a un patio con soportales.

Destacan los jardines interiores que hasta el año 1992 estuvieron unidos a los del palacio de los Condes de Cirat (actual Ayuntamiento).

La fachada lateral presenta tres huecos en los que se distribuyen ventana con reja en la planta baja y balcón en la planta alta, donde la cerrajería y la forja son de buena fábrica.

La fachada principal es asimétrica con portada de pilastras y dintel cajeado, la segunda planta es un hueco rectangular con reja volada. Se repite el mismo esquema que en la portada lateral, con ventanas en la planta baja y balcones en la alta.

Con relación al entorno el palacio es una de las piezas más relevantes de la escena urbana. Se encuentra bien conservado y contribuye a mantener la estética artística de la zona en que se encuentra.

LA BODEGA DE LA CASA DEL MARQUÉS

Es un edificcio agrícola de gran interés, ocupando la esquina entre las calles de San Agustín y la Estrella.

Consta de dos naves y bodegas. Al exterior presenta el aspecto tradicional: muros ciegos con un acceso importante adintelado y huecos ovalados en la zona alta.

Esta bodega es una de las pocas edificaciones agrícolas de interés que, en Almansa, permanece perfectamente integrada en el medio urbano.


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